Era el año 1994, vacasiones de septiembre, y Fishkiliano y yo fuimos a pescar. No nos fue tan bien, pero logramos capturar un par de piezas. Y tambien en esta ocasión inauguramos la costumbre de fotografiar detalladamente las piezas. No teniamos instrumentos de medicion, asi que usamos como referencia un perno, como podrán apreciar en la fotografia.
Sin más, les dejo las fotografias, las peripecias de la captura de esta pieza, las escribiré luego.
viernes, 29 de diciembre de 2006
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1 comentario:
La historia es la siguiente, estábamos en una escollera, que es una roca cortada a pico sobre otra roca, plana, estrecha y normalmente húmeda por las olas. Fishkiliano estaba parado al borde de la roca, pescando sin caña, solo con sedal y catalina (carrete de madera, lo más básico en equipo de pesca). Estaba algo distraido, cuando de pronto da un grito, y lo veo con el brazo casi complétamente extendido, e intentando no perder el equilibrio. Sus palabras fueron "no se qué es, pero casi me arrancó el brazo con el tirón". Comenzó a recoger, con cuidado para no cortarse con el nylon, hasta que logró levantar del agua al pez, ahora convertido en pescado. Pensamos que solo restaba celebrar... gran error. A medio camino por el acantilado, el pez se sacó el anzuelo, y cayó en una grieta... yo lo di por perdido, pero no contaba con la tenacidad de Fishkiliano... trepando peligrosamente, logró bajar hasta la roca de abajo, y recuperar el pescado (tuve que enviarle una armada para que pudiera engancharlo). La verdad no se como logró trepar de regreso con el pez, aun vivo y coleteando, a donde estabamos originalmente...
No quisimos matar al pez, para no dañarlo a fin de poder sacar una buena foto, cosa que no se podria haber hecho si le hubieramos aplastado el cráneo con una piedra, o si le hubieramos insertado un cuchillo en la base del cráneo (al respecto, cuidado, usen siempre un cuchillo de hoja recta, no curva, porque si no el corte puede desviarse y en lugar de aliviar los sufrimientos del pez, se los aumentarán... a mi me sucedió una vez, corté todo, desarmé todo, menos la espina dorsal, al final tuve que pedir prestado un cuchillo competente para terminar el trabajo).
Terminando con el tema de la jerguilla, Fishkiliano dijo que era muy sabrosa, y con bastante carne, yo solo puedo confiar en su palabra.
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